¿Placer y cuidado van de la mano?
La respuesta a esta pregunta es POR SUPUESTO QUE SÍ. Sin embargo, históricamente, a la hora de hablar de cómo cuidarnos el foco siempre estuvo puesto en el control y en el miedo. Básicamente, nos educaban para resignar el placer en pos de prevenir embarazos no deseados y/o Infecciones de transmisión sexual (ITS).
Hoy podemos decir que no es control versus placer, sino que por el contrario, no existe placer si no me siento a salvo. Las preocupaciones funcionan como grandes inhibidores de la respuesta sexual humana. Lejos de ser opuestas, cuidarse y disfrutar son consignas complementarias.
El uso efectivo del preservativo es el que se sostiene en todas las prácticas y es el único método de prevención de ITS.
Recordá que la responsabilidad y el cuidado hacen a la libertad y al disfrute.
Lic. Cecilia Ce
Psicóloga y Sexóloga